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«Ninguno de nosotros es tan inteligente como todos nosotros…»

 

RAFAEL IGNACIO MURIEL NAVAS. ABOGADO

Incorporado al Ilustre Colegio de Abogados de Málaga en septiembre de 1988, vengo ejerciendo la abogacía, con constancia, sin interrupción y en exclusiva, desde entonces. En esa ya larga trayectoria se ha ido conformando un equipo de trabajo formado por abogados y profesionales (procuradores, asesores fiscales y laborales, peritos expertos en diversas especialidades, etc.) alcanzando un altísimo grado de eficacia que nos mantiene en un elevado nivel de éxitos. Porque ninguno de los que formamos este equipo es tan inteligente como todos nosotros. Compartir experiencias permite una visión global del ordenamiento y una especialización particular en cada área jurídica.

Nos mueve cada día la satisfacción del cliente, que ha de cumplimentarse mediante la defensa de sus pretensiones y el cumplimiento de sus necesidades con las herramientas que el ordenamiento jurídico pone a nuestro alcance para conseguir su éxito. Para ello nos imponemos una actualización constante y permanente que nos permite desarrollar nuestro trabajo libremente pero siempre teniendo presente el cumplimiento de principios éticos y las normas deontológicas de la abogacía, bajo un prisma de honradez, lealtad y honestidad.

Nuestros principios

1

Justicia

Una causa bien defendida es una causa justa. Y así lo entendemos. No nos compete a nosotros decidir lo que es justo o lo que no lo es, pero sí exponer en términos de justicia las pretensiones que nos confían nuestros clientes. El artículo 24 de nuestra Constitución consagra el principio a una tutela judicial efectiva, vedando, al mismo tiempo, la indefensión. Este es nuestro primer objetivo: pedir que se haga justicia con nuestros clientes, que puedan ser oídos y, además, que sus intereses prevalezcan sobre otros. Esa es nuestra misión.  

2

Profesionalidad

Solo desde un profundo y exhaustivo conocimiento de las normas que regulan cada materia y, en especial, el asunto concreto, se logra el éxito. Alcanzar ese conocimiento, dados los continuos cambios legislativos, exige, literalmente, estar al día y en continua formación. Solo así se consigue el nivel de eficiencia óptimo que nos exigen los clientes.  Desde el inicio somos conscientes que el tiempo invertido en estudiar todas las circunstancias particulares de cada caso es directamente proporcional al resultado favorable.

3

Confianza

La defensa de los intereses ajenos también exige un grado de confianza en el profesional al que se le encarga esa defensa. Y alcanzarla no es nada fácil. Dar o no dar esa confianza no se compra, solo se logra trabajando. Se logra dándole al asunto encomendado la importancia que realmente tiene para el cliente, con una dedicación exclusiva. Cada cliente y cada asunto son distintos, no se pueden considerar como simples números o un experimento. Por eso contar con la confianza de nuestros clientes es nuestra mayor satisfacción.

Teléfono

952 600 555

 

Correo

rafael@rafaelmuriel.es

 

Dirección

C/ Pedro de Toledo 1, 2º-D 

29015 – MALAGA